lunes, 28 de enero de 2013

Implantación en el útero

Algunos defensores del aborto admitirán las pruebas científicas, pero argumentarán que la entidad en el útero, no es, o no todavía, un “ser humano”. “No es una persona”, es un decidido argumento acientífico: no tiene nada que ver con la ciencia, pero todo que ver con la filosofía moral o política de alguien, pese a que muchos no estén dispuestos a admitirlo. He aquí un buen momento para recitar las pruebas científicas o para hacerse un punto filosófico propio. Seamos personas de bien, o quizá defensores acérrimos del aborto, reacios a llamar a un niño parte de una “propiedad”. 
Otros pueden defender la “humanidad” de acuerdo a un criterio espiritual, como la infusión de un alma, pero para argumentar la ausencia de alma hasta el nacimiento o en otro momento, es algo incapaz de sustentarse con pruebas. Otro buen momento para recitar las pruebas científicas. 
Unas breves palabras sobre la politización de la definición de “embarazo”. Mientras que la ciencia es clara sobre cuando comienza la vida, algunos todavía claman sobre que el “embarazo” no empieza si no hasta cuando el embrión no se implanta en el revestimiento de la pared uterina, lo que ocurre cerca de una semana después. ¿Por qué? Política y beneficio.
Si la ciencia de cuando comienza la vida es clara, ¿porque algunas organizaciones afirman que el “embarazo” no empieza si no una semana más tarde durante la implantación? La respuesta: política y beneficio.
La aceptación de una definición basada en la implantación del “embarazo”, permitiría a los proveedores del aborto descaracterizará las píldoras y tecnologías que trabajan tras la concepción, pero antes de la implantación, como “anticoncepción”, que los hacen potencialmente menos sujetos a regulación y potencialmente más atractivos para los consumidores. De hecho dos institutos que apoyan la legalización del aborto, han presionado para este tipo de “redefinición de embarazo” por décadas<. El instituto Guttmacher (instituto de investigación inicialmente establecido por la Planed Parenthood Federation of America) y el Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras. 
Si su interlocutor plantea el punto que: 1) la palabra “anticoncepción” literalmente significa “en contra de la concepción”, por tanto es algo que no puede llamarse “contraceptivo”  si permite concebir, y 2) la fertilización basada en la definición de embarazo es todavía la predominante en los diccionarios de medicina actuales.

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